Lo siento, está cortado de repente al final, pero esas son las limitaciones del Movie Maker ;)
martes, 16 de septiembre de 2008
lunes, 15 de septiembre de 2008
Hmm
Cuando la falta de orgullo y el miedo a perder se juntan, surge un abismo en espiral que trata de absorver todo tu ser. Muchos son los que caen y pocos los que logran salir.
La única manera de hacerle frente es darse cuenta de que prácticamente no hay mayor satisfacción que la de la autorrealización. Hay dos puntos de vista sobre esta teoria:
- Puedes hacer lo que te haga sentir mejor en cada momento, siguiendo la regla del “Carpe Diem”, sucumbir a las tentaciones terrenales, abandonarte a la suerte y olvidar tus principios. Dejarte envolver, apartando la conciencia de las consecuencias que llegarán al dia siguiente. Sin orgullo. Sin prejuicios.
- Puedes darte cuenta de que ese minuto de placer que obtienes exprimiendo cada segundo de la vida, te llevará a veces a ese abismo. Este es el momento en el que has aprendido algo. La experiencia y la desconfianza se unen para dar lugar al orgullo y comienzas a autoelaborarte.
La vida no es mas que una sucesión de experiencias, y la felicidad no es una meta sino el camino. Lo que hay que hacer es intentar conseguir llegar a la más grande, alcanzable mediante la autosatisfacción. A veces la privación de algún pequeño placer puede encaminarte hacia otro más grande.
Aunque no tengas el control ni lleves el mando, lo mejor es seguir caminando.
La única manera de hacerle frente es darse cuenta de que prácticamente no hay mayor satisfacción que la de la autorrealización. Hay dos puntos de vista sobre esta teoria:
- Puedes hacer lo que te haga sentir mejor en cada momento, siguiendo la regla del “Carpe Diem”, sucumbir a las tentaciones terrenales, abandonarte a la suerte y olvidar tus principios. Dejarte envolver, apartando la conciencia de las consecuencias que llegarán al dia siguiente. Sin orgullo. Sin prejuicios.
- Puedes darte cuenta de que ese minuto de placer que obtienes exprimiendo cada segundo de la vida, te llevará a veces a ese abismo. Este es el momento en el que has aprendido algo. La experiencia y la desconfianza se unen para dar lugar al orgullo y comienzas a autoelaborarte.
La vida no es mas que una sucesión de experiencias, y la felicidad no es una meta sino el camino. Lo que hay que hacer es intentar conseguir llegar a la más grande, alcanzable mediante la autosatisfacción. A veces la privación de algún pequeño placer puede encaminarte hacia otro más grande.
Aunque no tengas el control ni lleves el mando, lo mejor es seguir caminando.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Yo...
Me siento mal si no escribo y escribo cuando me siento mal.
Amo incondicionalmente con la condición de que no me dañen.
Si me aburro es porque me he divertido demasiado.
Me quiero ir porque querría quedarme (pero no puedo).
Sueño despierta, pero me duermo pensando en la realidad.
Me da miedo querer porque temo no poder hacerlo.
Temo hacerlo y no poder decirlo.
Tengo miedo a atarme por si me desatan.
Temo que me desaten y que me queden las heridas.
No quiero ser un ángel por si me cortan las alas.
Pero quiero tener alas para poder volar.
Y quiero poder volar para poder escribir a gusto, amar a gusto, soñar a gusto, querer a gusto, atarme, que me desaten y hacerlo todo sin reloj ni largas esperas.
Amo incondicionalmente con la condición de que no me dañen.
Si me aburro es porque me he divertido demasiado.
Me quiero ir porque querría quedarme (pero no puedo).
Sueño despierta, pero me duermo pensando en la realidad.
Me da miedo querer porque temo no poder hacerlo.
Temo hacerlo y no poder decirlo.
Tengo miedo a atarme por si me desatan.
Temo que me desaten y que me queden las heridas.
No quiero ser un ángel por si me cortan las alas.
Pero quiero tener alas para poder volar.
Y quiero poder volar para poder escribir a gusto, amar a gusto, soñar a gusto, querer a gusto, atarme, que me desaten y hacerlo todo sin reloj ni largas esperas.
Lo que el viento se llevará
Pensando en la paradoja de que la propia existencia de la memoria ocasione el miedo a su pérdida, descubrí que cuando la distancia arrastre consigo las huellas que el vacío haya dejado, tan sólo quedarán las cicatrices que, una vez cerradas, serán dejadas al olvido.
O eso esperamos.
O eso esperamos.
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