lunes, 15 de septiembre de 2008

Hmm

Cuando la falta de orgullo y el miedo a perder se juntan, surge un abismo en espiral que trata de absorver todo tu ser. Muchos son los que caen y pocos los que logran salir.
La única manera de hacerle frente es darse cuenta de que prácticamente no hay mayor satisfacción que la de la autorrealización. Hay dos puntos de vista sobre esta teoria:
- Puedes hacer lo que te haga sentir mejor en cada momento, siguiendo la regla del “Carpe Diem”, sucumbir a las tentaciones terrenales, abandonarte a la suerte y olvidar tus principios. Dejarte envolver, apartando la conciencia de las consecuencias que llegarán al dia siguiente. Sin orgullo. Sin prejuicios.
- Puedes darte cuenta de que ese minuto de placer que obtienes exprimiendo cada segundo de la vida, te llevará a veces a ese abismo. Este es el momento en el que has aprendido algo. La experiencia y la desconfianza se unen para dar lugar al orgullo y comienzas a autoelaborarte.

La vida no es mas que una sucesión de experiencias, y la felicidad no es una meta sino el camino. Lo que hay que hacer es intentar conseguir llegar a la más grande, alcanzable mediante la autosatisfacción. A veces la privación de algún pequeño placer puede encaminarte hacia otro más grande.
Aunque no tengas el control ni lleves el mando, lo mejor es seguir caminando.

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