domingo, 27 de diciembre de 2009

Si yo fuese Dios y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos cuando prueban el pan, es decir: con la boca),
y si ese sabor fuese igual al tuyo,
o sea tu mismo olor, y tu manera de sonreír, y de guardar silencio, y de estrechar mi mano estrictamente, y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo tanta atención cuando te beso—;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte, siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero aclarar que si yo fuese Dios,
haría lo posible por ser Ángel González para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras la cortina impalpable que separa el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra, Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto en la contemplación de todo aquello que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas abandonado cuando —luego— callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta).
No sé si es importante, pero nunca es demasiado tarde o (en mi caso) demasiado pronto para ser quien queremos ser. No hay límite de tiempo. Puedes empezar cuando quieras. Puedes cambiar o seguir siendo el mismo. No hay reglas para tal cosa. Podemos hacer o echar a perder todo. Espero que hagas lo mejor, querida. Espero que veas cosas que te asombren. Espero que sientas cosas que no nunca sentiste antes. Espero que conozcas gente con un punto de vista diferente. Espero que vivas una vida de la que estés orgullosa. Y si encuentras que no, espero que tengas la fuerza para empezar de nuevo.

jueves, 24 de diciembre de 2009

De propósitos

Como siempre, no hay propósitos para el año nuevo, ya que éstos nacen sobre la marcha.
No voy a decir que pienso dejar de fumar porque me gusta fumar, me gusta como el tabaco me llena los pulmones cuando estoy nerviosa y me relaja. Es un estúpido propósito para quien no tiene realmente la intención de llevarlo a cabo.
No tengo el propósito de ponerme a estudiar más este año, porque es lo que tengo que hacer los 365 dias de los 12 meses que este contiene.
No voy a hacer el propósito de viajar y leer mucho más este año. Sino que ese es el plan que por ahora tengo para la vida entera.
Ya veré si el mes que viene, o dentro de una hora, sigo teniendo las mismas prioridades.