
Meter la mano en un saco de judías y apreciar su textura con los ojos cerrados, sintiendo el tacto de una parte de la naturaleza. Como si sacásemos a
Divertirse jugando al escondite, a seguir las pistas, sin pensar en la edad. Y con esto, desarrollar tu ingenio.
Caracterizar a la gente mirándola a través de una miopía translúcida y desenfocada.
Pero los ojos que aprecian imágenes nítidas ven una realidad aparente, que no es más que el disfraz de su esencia.
Sólo vemos bien con el corazón, lo esencial es invisible para los ojos.
Si es así, preferiría ser miope.
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