viernes, 30 de abril de 2010

La soledad de los números primos


Pensé que podía haber un punto en el que confluyeran las vidas de Alice y Mattia. Pero el autor casi tira abajo el último ladrillo que conforma mi muro de esperanzas, que separa la vida de los personajes de mi propia realidad. Nos sumerjimos en las hojas portadoras de palabras salidas de la imaginación de un escritor, para ahogar nuestra lucidez y terminar identificando su vida inventada con la nuestra.
Yo confiaría hasta el último instante en que tal vez hubiera una posibilidad de que los números primos llegaran a tocarse.
Pero al final, Alice termina su historia mirando al cielo, sabedora de que el 13, aunque enamorado del 15, está condenado a perseguir al 14, subyugado por las leyes matemáticas.
Pero mi muro es inderribable, porque, gracias a Dios, siempre he sido de letras.

Delirium Tremens. Fuera de tono. Pero sin fiebre no hay vida. "La pasión es una ruína".

Si yo hiciera una tesis en lingüismo...

El periodismo es un término impreciso porque hace alusión a la periodicidad en este caso con la que la información debe ser publicada, igual que los periodicos se llaman periodicos cuando el termino que deberia estar extendido seria el de diario porque se publica todos los dias. Asi que en vez de llamarlo periodismo deberian llamarlo informativismo. No entiendo a los de la RAE.

lunes, 19 de abril de 2010

Vivir en la ciudad del mar

Significa saber lo que es que te entren ganas de acercarte hasta la playa aunque sea invierno. Y lo haces, porque sabes la sensación que da que te dé el viento en la cara y te despeine. Y que no te importe porque lo ondea a su antojo dejando en tu pelo un "dulce" olor a sal. Significa mirar al mar y preguntarse porqué es tan perfecta la linea que dibuja el horizonte, como si en los mismisimos origenes el pintor lo hubiese hecho con una regla y supiera además dar la sensación de profundidad entre las rocas.
Significa darse cuenta de lo pequeños que somos ante su inmensidad, lo frágiles ante sus olas, y te sientes pequeño incluso encima de la arena a la que baña.
Y te das cuenta de que quieres vivir ahí siempre, en esa relación de amor-odio que tienes con tu casa, porque cuando pasas tiempo fuera, al final sabes que tienes que volver, para que la ciudad del mar te traiga otra vez ese olor...

lunes, 12 de abril de 2010

Nós, os inadaptados

10 anos levoulle a Ulises chegar a Troya, 10 anos pelexou na guerra, e 10 anos máis tivo que empregar pra volver a súa isla, ó seu fogar, á súa casa. Pobres dos inadaptados que pelexamos por saír de aquí, inxenuos nós, inconscentes de que como Adrián Solovio, volveremos tras darnos conta de que o que queríamos estaba "ó redor de nós". Pero hai que librar guerras pra iluminarse.