Un soplo de aire cálido. Esa sensación que te recorre y te invade repentinamente. Me cuesta encontrar las palabras para describirla. Aparece en los momentos más inesperados.
Muchas veces me ha sorprendido tirada en la cama, escuchando música. Abrazando a alguien que quiero. En la playa, sintiendo el calor del sol en mi cuerpo. Aparece también con la adrenalina, pisando a fondo el acelerador. O viendo reir a un amigo. O bailando sola, cantando en la ducha...
No puedo describirla con exactitud, pero me hace sentir bien. Es como una especie de seguridad que te recorre el cuerpo por dentro de pies a cabeza, como un escalofrío de bienestar.
En ese momento sé que todo va a salir bien, porque me siento llena y feliz.
Cuando aparece, olvido todo y coleccionar esas sensaciones se convierte en mi única meta en la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario