martes, 8 de noviembre de 2011

El concepto

Estás sola, en un descampado, y llueve.
Desde el cielo, también.
Sabes que mañana amanecerás resfriada, pero simplemente no puedes moverte. Estás ahí, impasible. Ni un árbol al abrigo del que cobijarse.
El olor a césped mojado es ambiguo, te recuerda a todas las batallas libradas en ese campo, sola, y te sientes como el veterano de guerra. Enganchado al morboso poder de las trincheras, pero las heridas abiertas son ya tantas...
Y de repente, justo en medio de la nada, lo ves venir a lo lejos. Aparece en un claro de luz y en su mano derecha sostiene un paraguas. Se acerca hacia tí, no dice nada y te seca la cara. Estás cubierta y la humedad se ha ido. Mañana ya no habrá fiebre. No hay agua por fuera, aunque es invierno y sigue cayendo a mares. Para curar lo que hay dentro, un abrazo. Y la sensación crece, como el amor, crece.
Debe ser eso por lo que la gente si no muere, mata.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Una mujer

En la mano derecha un teléfono y en la izquierda un bolígrafo.
Camina con paso firme y decidido, como reina de los Unos, ella también derriba muros. Atrás, en el pasado, sólo deja cenizas.
La falda muy corta, pasión, y tacones bien altos, a juego con su ego. Salvaje la melena, poderosa, sansonil.
La manera en que viste es también la manera en que expresa su interior. Puede hacer lo que quiera, y lo sabe.
Superficial en su vestidor y profunda descalza, en la playa.
A veces su independencia y egoísmo se fusionan y confunden. No sabe mucho de sentimientos, de esos que explican en los libros y que promocionan en las películas americanas. Esos que dan de comer a las empresas el día de San Valentín. Pero cree haber descubierto ya el amor verdadero: el propio.
Amarrarse, comprometerse... tienen que asegurarle el paraíso entre rejas para meterse en una cárcel por su propio pie. Tiene pareja, o como ellos dicen, son compañeros. Ninguno roza el límite, conscientes de que nunca se llegarán a conocer. Pero están ahí, el uno para el otro. Querer entrar más allá es añadir barrotes. Y ella, sobretodo, tiene claustrofobia. No está sola, pero podría estarlo. Se tiene a sí misma.
Enemiga de Freud, quien asevera que la mujer es un hombre castrado. Cree en la igualdad, pero puestos a elegir, el hombre es una mujer con protuberancias.
Fría y caliente, exagerada y liviana. Egoísta... pero cómo se entrega en el amor y en la guerra.