miércoles, 6 de junio de 2012

Austeridad. O de cómo tratar de engordar adelgazando.


Seguís recortando y les toca a los libros. No entiendo de ninguna manera que hagáis tambalear nuestro sistema sanitario, pero sí el educativo. Sabéis, porque lo habéis visto en tiempos de regímenes totalitarios, que nuestras posibilidades de estudiar y adquirir cultura deben ser paliados, si no cedidos a unos pocos que piensen a vuestro favor. Sé que no es bueno que leamos cómo fracasaron mil y una veces las políticas de austeridad que ahora estáis aplicando. Que descubramos, como pone en mil y un estudios basados en la experiencia, que despedirnos del trabajo, privarnos del estudio y sujetarnos mientras vemos como desmanteláis el Estado de Bienestar, es como darnos las palas para cavar nuestras propias tumbas.
No sé qué será de las próximas generaciones. Por el momento a la mía se la da por “perdida”. Nosotros, que empezamos la carrera soñando con un muy prometedor futuro, en el que nuestros esfuerzos en la universidad se verían recompensados. Hoy, con los estudios terminados, gracias a vosotros ya podemos ver claro ese futuro en el que los licenciados con másters y conocimientos de idiomas vivimos acorde a nuestras expectativas. Eso sí, sólo los que tenemos imaginación.

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