¿Qué hago dedicandole una entrada al rey del rock? Me encontraba mirando videos y de repente me sorprendí encandilada por la voz de este “semi-dios” y la letra de su fabulosa canción., “love me tender”. Y comprendí que las burlas que dirigí hacia mi madre las había lanzado desde dentro de mi absurda ignorancia.
“Parece un torero con el traje de luces”, decía.
Recuerdo cuando me vestía con plataformas y calentadores. Hoy día, prefiero el traje de luces.
Algún día se la dedicaré a alguien. Pero ha de ser alguien a quien también pueda enseñarle este blog sin reparo. Todos vacíos. Y no, no soy una romántica. Al menos no una romántica del siglo XXI. Porque no me gusta el reggaeton, no para escucharlo en casa y ponerme a pensar. Creo que estoy atrapada en una época que no es la mía.
Una vez hice un CD titulado “canciones de pensar”. Por supuesto, no cantaba yo, era una recopilación de canciones que creía evocadoras. Canciones de las que te transportan. Entre ellas estaba “every breathe you take”, “It´s a heartache” y otras tantas del estilo. El título es bastante sugerente a mi manera de ver, aunque causó risas estrepitosas, entre otras cosas, por el logotipo que yo misma había diseñado, parecido a un especie de emoticono confuso. Sí, puedo ser rara. Pero fue el primero que se me vino a la cabeza y lo dibujé. Al menos yo no me cohíbo por lo que puedan pensar.
Volviendo al tema, no soy una romántica del siglo XXI, pero sí una romántica del siglo XIX.
Evoco al pirata el temido, por su bravura así llamado.
A Charles Baudelaire, cuyo excentricismo consigue abrumarme.
A Gaspar Friedrich, que hace que me quede mirando siempre a su cuadro “Caminante entre la niebla” (creo que se llama así) y preguntándome cómo supo transmitir tan bien mi idea. Ese es el cuadro que siempre he querido pintar y nunca he sabido. Porque así es como me gustaría sentirme. Cuando vi ese cuadro por primera vez (dicho sea de paso, mi padre ha hecho uno muy parecido y por eso lo descubrí) me pregunté porqué yo no podía tener ese don de plasmar los sentimientos.
A Nietzsche, que por muy machista que fuera, y es evidente que esa no es en la parte de su obra en la que me he fijado, sabía que siempre hay algo de locura en el amor, pero siempre hay algo de razón en la locura. Todos estaban locos, pero ¿Qué sería del mundo sin locos? Monotonía… Los románticos elogiaban la locura, la vida… Como Erasmo de Rótterdam, cuyo libro aun no he conseguido acabar de leer.
Lo que me recuerda a que he pedido una beca Erasmus. Un año. Como dijo una amiga, no una amiga, perdón, MI amiga, LA amiga, “cuando vuelva de donde vaya a ir, retrocederé al pasado. Habré estado un año en otro país, pero a la vuelta tendré que reconstruír mi vida de nuevo en el mismo sitio.”
Yo creo que es una prueba de tantas otras. Los huecos que hayan quedado vacíos en los corazones que te hayan echado de menos, volverán a llenarse. Y los que no tengan hueco, ocupaban un sitio inútil en tu vida.
Ya me he extendido demasiado. Por cierto, algún dia escribiré sobre las palabras “echar de menos”. No entiendo muy bien su significado, pero ya que hoy he empezado hablando de Elvis y he acabado haciendo un Erasmus, tal vez llegue a alguna remota conclusión.
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